Solo estoy aquí para decirte que estoy cansada, no se, tiro la toalla. ¿Qué de que te estoy hablando? Nada, aquí la servidora que hace tiempo se aficionó a soñar contigo. ¿Qué porque te cuento todo esto ahora? Porque creo que ya me da igual lo que pienses opinar, que es hora que abra los ojos, y espabile, vamos, de despertar. ¿Qué no sabes qué decir? Tampoco me sorprendes, nunca tuviste nada que decir, nada que opinar. ¿Qué lo sientes mucho? Por favor, no me hagas reír. ¿Qué porque me voy? Porque para escuchar silencio, lo hago yo sola, así no me siento tan gilipollas.

Aunque gilipollas sea la mejor definición para como me siento en este momento. Tú nunca deberías haber aparecido, nunca. Aunque si no hubieras aparecido no hubiera conocido a un par de personas maravillosas, y tú en ese par no entras, quizás alguna vez, te juré que si que eras maravilloso, que nunca te cambiaría por nada de este mundo. Pero claro lo que quiero ahora es que desaparezcas, ya no pintas nada en esta mierda de vida que llevo. Lo único que haces es volverla peor. Vete, vete de aquí, y no vuelvas nunca más a por mí. Pero si se te ocurre volver, nunca vengas a llamarme. Olvida que existo, ya no formo parte de tu vida, ni siquiera como amiga,  y espero que me entiendas. Y ahora sí, sí me arrepiento de haberte conocido. Nunca creí que diría esto refiriéndome a ti, pero ya son demasiadas cosas, y sigues diciéndome que no lo entiendes, joder tan difícil es comprender que llevo tantísimo tiempo pasándolo mal por ti ? Creo que no. Pero claro tú eres un inútil, que no comprende nada. Y veo que todo este tiempo ha sido una mentira, por lo menos por tu parte. Y es verdad lo que dicen… todo lo bueno se acaba. Y cada minuto que pasa me arrepiento de todo lo que te digo, pero si no te lo digo seguirás igual, tratándome  igual, como si no existiera para ti. Y las cosas no son así. Que vá.